LA MINERÍA EN ANDALUCÍA
Ya la Biblia alerta de la gran riqueza mineralógica de Andalucía. En la antigüedad, todas las grandes civilizaciones del mediterráneo han glosado la variedad y la abundancia de los criaderos minerales del sur y sureste peninsular, comenzando por los metales nobles más codiciados, como el oro y la plata. Si Castilla tuvo un río de oro (el Duero), Andalucía pudo presumir de otro tanto (el Darro). Y la plata nativa almeriense trascendió las fronteras de Sierra Almagrera en los albores de la historia.Siglos más tarde, se pondrían en explotación en Andalucía algunos de los mayores yacimientos metálicos del mundo, tales como los de sulfuros de la Faja Pirítica (Río Tinto), o los de hierro del Marquesado del Zenete (Alquife). Y tampoco faltan yacimientos excepcionales referidos a minerales no metálicos, como el de estroncio de Montevives (Granada), posiblemente el de mayor tamaño del planeta. Pese a todo, la minería andaluza no goza de buena salud en los últimos tiempos, lo que no invalida un ápice lo dicho en lo relativo a una riqueza minera que ha pervivido durante milenios. Y si la minera es grande, la mineralógica posiblemente la supere. En Andalucía se han descrito cientos de especies mineralógicas, de todos los grupos conocidos. Incluso algunos minerales han sido descritos aquí por vez primera. Curiosamente no es el caso de la andalucita, que pese a su nombre fue encontrada por primera vez y descrita para la ciencia extramuros del territorio andaluz. No es raro encontrar en ciertas colecciones mineralógicas de museos geológicos algunas piezas consideradas excepcionales de algunos minerales, cuya procedencia es andaluza. Hay algunas porciones de Andalucía que son auténticos museos mineralógicos in situ, como ocurre con los yacimientos de sulfuros metálicos del noroeste onubense, en la Serranía de Ronda, en Sierra Nevada, Sierra Almagrera o en el distrito minero de Linares - La Carolina, entre otros muchos lugares clásicos entre los mineralogistas.
Debe hacerse una referencia específica al sector minero andaluz, compuesto tanto por las explotaciones extractivas como por las industrias de primera transformación de sus productos. En las últimas décadas, como consecuencia de los cambios en los mercados internacionales de materias primas, la posición histórica de Andalucía en la minería ha ido declinando en ciertas producciones, a la vez que otras han pasado a ocupar un lugar estratégico en el conjunto nacional (rocas ornamentales, áridos). Todo ello configura un subsector sometido a importantes transformaciones y en un proceso de evolución aún no concluido. En esta evolución participan factores tanto físicos, derivados del medio natural, como económico-sociales.
En 1998, según el Sistema de cuentas económicas de Andalucía (Marco Input-Output), la producción medida a precios básicos representaba el 0,52% del total y su aportación al Valor Añadido bruto suponía el 0,28% (frente al 0,43% en 1995). Respecto al total nacional, según datos de la Estadística Minera del Instituto Geológico y Minero de España, el valor de la minería andaluza suponía más del 14%, sólo superada por Castilla-León, Asturias y Galicia, aunque en producciones como las metálicas ocupan la primera posición.
En cuanto a los recursos humanos utilizados, el empleo directo en el conjunto de la minería andaluza ascendía en el año 2000 a 6.027 trabajadores. El número de trabajadores se sitúa en torno a 12.000, con una repercusión en el empleo determinado del orden de 20.000 trabajadores más, es decir, unos 32.000 trabajadores ocupados.
Andalucía cuenta actualmente con 1.495 explotaciones mineras de las que 1.150 se encuentran a cielo abierto. Por provincias, Almería es la que concentra un mayor número de explotaciones, seguida de Granada. Por el contrario, Málaga y Sevilla son las provincias con un menor número de explotaciones.
La caracterización del sector minero en Andalucía puede realizarse a partir de tres grandes categorías: minería metálica, minería energética, y rocas y minerales industriales.
• La minería metálica cuenta actualmente con unas 14 explotaciones, la mayoría de ellas en la provincia de Huelva, y emplea a unos 1.300 trabajadores. Esta rama de la minería se ha visto especialmente afectada por la nueva estructura de los mercados mundiales, con predominancia de operaciones a gran escala y bajo coste. En este sentido, las empresas que operan en Andalucía han realizado un importante esfuerzo para reducir sus costes mediante el incremento de la racionalización, lo que ha supuesto una reducción significativa de la mano de obra empleada. En el caso de Andalucía ha provocado que las empresas andaluzas que operan en ella hayan perdido la mayor parte del mercado de pirita, con el consiguiente cierre de gran parte de las minas de la provincia de Huelva. Pese a ello, actualmente parece existir un punto de inflexión marcado por el inicio de la explotación del yacimiento de Aguas Teñidas y la posible explotación futura del yacimiento de cobre "Las Cruces", así como el desarrollo del proyecto minero de Salomón-Quebrantahuesos, operaciones cuya viabilidad está en gran medida condicionada a una tendencia favorable del precio de los metales en los mercados internacionales.
• La minería energética en Andalucía está concentrada geográficamente en la provincia de Córdoba, y en la cuenca del Río Guadiato, donde se ubican 10 de las 11 explotaciones andaluzas existentes, con un empleo de 460 trabajadores y una gran influencia en el tejido productivo y social de la zona, pudiéndose hablar de "dependencia del carbón". La continuada situación de crisis en esta rama de la minería, que ha afectado a varias regiones españolas y ha dado origen a sucesivas reconversiones, que han condicionado históricamente las posibilidades de desarrollo económico alternativo de la Comarca del Alto Guadiato. La minería del carbón se encuentra inmersa en un severo plan de ajuste que establece un sistema de apoyos, entre los que están las ayudas institucionalizadas en el marco de la Unión Europea y que, de manera regresiva en el tiempo, persiguen la consolidación de un esquema de producción competitivo en el ámbito europeo.
• Dentro del subsector de productos de canteras, nos encontramos con rocas y minerales industriales, los minerales de construcción, cuya extracción se efectúa principalmente en canteras, se utilizan fundamentalmente en la construcción de carreteras, edificios y ferrocarriles, y la fabricación de cemento, cal, yeso y en los procesos de fabricación de otros productos como el vidrio y la cerámica. A diferencia de las ramas anteriormente mencionadas, los minerales de construcción han experimentado un crecimiento constante en los últimos años debido, por una parte, al favorable comportamiento del sector de la construcción en estos últimos años y, por otra, por el aumento de las exportaciones hacia mercados exteriores, siendo la Comunidad Autónoma de Andalucía un productor de importancia en todos los minerales de este grupo. La producción anual de rocas ornamentales asciende a 0,9 millones de toneladas. En términos generales, debe destacarse la importancia en el ámbito mundial de la producción de rocas ornamentales y de yeso, ya que la producción de estas dos sustancias minerales significa el 5% de la producción mundial. Los mercados de minerales de construcción se abastecen, por lo general, dentro de una zona limitada ya que la distancia entre las explotaciones y los lugares de utilización constituye un factor de coste clave. Por consiguiente, los costes de transporte limitan la competencia exterior en materias primas de construcción a granel. Por el contrario, la piedra natural, debido a su elevado valor, es un importante producto de exportación, que tiene como principales mercados a Europa y Norteamérica. La importancia actual de la producción de piedra natural en Andalucía, básicamente mármoles, viene atestiguada por su peso respecto a la producción nacional (más de una cuarta parte de la misma) y mundial (con el 4% de la producción de mármoles y calizas marmóreas). En España, existen explotaciones de piedra natural, ubicándose en Andalucía 262 de las mismas que emplean a 1.345 trabajadores en el sector extractivo y a unos 4.500 en el transformador. Almería es la provincia andaluza en la que dicho subsector goza de un mayor peso, concentrando el 64,12% de las explotaciones andaluzas y el 39% de la producción nacional. No obstante, la excesiva concentración de explotaciones en torno a la Sierra de Maca provoca ciertos problemas. El minifundismo minero que caracteriza a esta área, además de impedir una mejor gestión del recurso, agrava los impactos ambientales (97 canteras se sitúan en poco más de 10 km2). Todos los elementos susceptibles de impacto analizados en esta área se encuentran afectados de manera destacada.
La extracción de los minerales industriales también se lleva a cabo en canteras, con escasas excepciones. Constituyen materias primas fundamentalmente para las industrias de fabricación de sustancias químicas y de abonos, así como para la producción de cerámica, vidrio, papel, pinturas y plásticos. Existen 208 explotaciones mineras, que generan un empleo directo de 826 trabajadores, produciendo 17,1 millones de toneladas de 20 productos diferentes, entre los que destacan: el sulfato de estroncio (en el que la producción andaluza supone el 40% de la mundial, siendo este producto el que se utiliza para la fabricación de pantallas y tubos de televisión en color); el yeso, en el que la producción andaluza es de 4,9 millones de toneladas que suponen el 25% de la producción europea, estando presente en su extracción las principales compañías multinacionales que se dedican a la extracción de esta materia prima y, finalmente, las calizas y margas dedicadas a la producción de cemento en las importantes factorías andaluzas.
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