De
esta forma hay que destacar el trabajo realizado por el Gobierno andaluz, que
en 2002 elaboró la Estrategia Andaluza ante el Cambio Climático. Entre los
principales objetivos de la Estrategia Andaluza se encuentran el profundizar en
el conocimiento de los cambios climáticos, intentan garantizar una coordinación
institucional, adaptar la legislación y normativa andaluzas a la española y
europea, analizar la vulnerabilidad e impactos del cambio climático en
distintos sectores económicos considerados de especial interés e imponer
medidas para la reducción de gases de efecto invernadero en la Comunidad
Autónoma de Andalucía.
Para
materializar estos objetivos, la Junta de Andalucía aprobó en 2007 el Plan
Andaluz de Acción por el Clima, que incluía tres programas de trabajo: el de
Mitigación (2007-2012), el de Adaptación y el de Comunicación y Participación.
Es obvio que el
cambio climático tendrá efectos directos sobre el sector del transporte
andaluz. Todas las infraestructuras de transporte y sus servicios relacionados
son sensibles a los cambios del clima, que incluirán las condiciones de humedad
y temperatura, por eso, en el trabajo que realiza la Junta de Andalucía se
tratará de evaluar estos efectos y se propondrán una serie de medidas de
adaptación y líneas de investigación necesarias para abordarlos con éxito.
Las pautas que propone la Junta de Andalucía
son utilizar transportes más eficientes como bicicleta que es saludable ,
respeta el medio ambiente y evita 180 grados de CO2 ; y transportes públicos
como el autobús, tren etc… porque cada kilómetro que se recorre consume 6 veces
menos que en un coche. Por otro lado como bien se ha comentado anteriormente
pretende reducir el uso del coche que es el vehículo que más afecta al medio
ambiente y usar biocarburantes.
Realizado por: Marina Navarro y Cristina Rodríguez
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