La cultura es el rasgo
que identifica a cada comunidad humana, es aquella arquitectura que las
comunidades humanas consideran más perdurables que sus templos de mármol.
En la actualidad los
grandes avances tecnológicos, así como la aceleración económica y la gran
rapidez en la transmisión en los medios de comunicación han logrado derribar en
gran parte las barreras limítrofes para dar paso a grandes mercados logrando la
expansión de grandes consorcios así como generando una aceleración entre el
intercambio comercial entre diferentes naciones. Es de criticarse hasta que
punto tiene sentido esta aceleración económica y en qué medida tiende a afectar
la cultura de una nación o de un pueblo.
Dentro de este fenómeno
la cultura ha tenido un nuevo acceso al consumismo tal ejemplo; es
el de consumir la música, los usos y costumbres, la ropa, las que se practican
en los países globalizadores así como también el consumismo cultural el cual
consiste en viajar por los diferentes países y extraer diversos bienes que
existen en cuanto al ámbito cultural.
Los cambios culturales
han acompañado de manera compleja los episodios derivados del intercambio
comercial y la intromisión política en todos los continentes. La reflexión
sobre la cultura y el intrincado itinerario semántico que atravesó este
concepto, están profundamente vinculados con el desarrollo de la tecnología y
con el avance colonial que puso a los europeos en contacto con costumbres
diferentes y con extraños modos de vivir y de resolver los problemas de la
existencia.
Falta de una cultura de
"seguimiento" continúo para asegurar el logro de los objetivos
propuestos y de disciplina para escribir y compartir los aciertos y desaciertos
y el respectivo aprendizaje. Somos buenos para "evaluar", muchas
veces reactivamente, y controlar sin mirar el valor del proceso y del
aprendizaje.
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